El presidente Russell M. Nelson falleció a los 101 años,
dejando un legado imborrable como líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Su vida fue una sinfonía de fe, ciencia y servicio.
Antes de su llamado como Apóstol en 1984, fue un cardiocirujano de renombre mundial, realizando más de 7000 operaciones y desarrollando tecnología médica pionera. Como profeta desde 2018, lideró una era de revelación continua, con más de 200 templos anunciados y cambios significativos que centraron la Iglesia en Jesucristo.
Su ministerio fue global: visitó 32 países, habló en español, ruso y chino, y se reunió con líderes religiosos y políticos, incluyendo al Papa Francisco. Promovió la armonía racial junto a la NAACP y pidió a los Santos ser pacificadores en un mundo dividido.
En lo personal, fue esposo devoto de Dantzel White y luego de Wendy L. Watson. Padre de diez hijos, vivió con humildad, amor y una fe inquebrantable. Enseñó que la verdadera felicidad proviene del conocimiento de Dios y de seguir Su plan.
Hoy lo recordamos como el “médico amado” que sanó corazones físicos y espirituales. Su vida fue una ofrenda de amor a Dios y a la humanidad.
“Ahora es el momento de que entierren sus armas de guerra… y se levantarán como un hombre o una mujer de Cristo espiritualmente fuerte.” —Russell M. Nelson
📱 Resumen para redes sociales
🕊️ Con profundo respeto, despedimos al presidente Russell M. Nelson (1924–2025), líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quien falleció a los 101 años.
Fue un médico brillante, un profeta visionario y un hombre de familia ejemplar. Transformó la Iglesia con revelación continua, acercando a los Santos al Salvador. Visitó 32 países, habló 11 idiomas y construyó puentes con líderes mundiales, incluyendo el Papa Francisco y la NAACP.
Su legado: fe, amor, paz y una vida dedicada a Jesucristo.
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